Corto y sencillo, comparto la idea general que postula este escrito, porque a mis casi 40 años, si he podido salir adelante de las vicisitudes de mi vida, ha sido gracias a mi familia (mis primeros amigos) y a mis verdaderos amigos.
Tengo ideas extrañas sobre la amistad... mismas que pueden leerse en mi otro blog contenidas en tres textos lllaaarggguuíiissimos titulados "Compañero, Amigo, Hermano"... pero coincido que la más grande cualidad de la verdadera amistad es su intemporalidad. ¿Cuantas veces nos hemos reencontado con amigos a los que no habíamos visto durante años y después de una charla nos damos cuenta de que la confianza, la alegría que nos proporciona su compañía y el encanto que ejercía su forma de ser sobre nosotros, siguen intactos? ¡Como si no hubiese pasado el tiempo!... ¡Como si nos hubièsemos visto apenas una semana atrás!
* * *

Hace muchos años, un joven recién casado estaba sentado en un sofá en un día caluroso y húmedo, bebiendo jugo helado durante una visita a su padre. Mientras conversaba sobre le vida, el matrimonio, las responsabilidades y las obligaciones de las personas adultas, el padre revolvìa pensativamente los cubos de hielo de su vaso y lanzó una mirada clara y sobria hacia su hijo.
-Nunca olvides a tus amigos -aconsejó - Serán más importantes en la medida en que envejezcas. Independientemente de cuanto ames a tu familia y los hijos que por ventura vayas a tener, tú siempre necesitarás de amigos. Recuerda ocasionalmente salir con ellos, realiza actividades con ellos, telefonéalos...
"¡Qué extraño consejo!" -pensó el joven. "Acabo de ingresar en el mundo de los casados, soy adulto y con seguridad mi esposa y la familia que iniciaremos serán ¡todo lo que necesito para dar sentido a mi vida!"
Con todo, él obedeció a su papá; mantuvo contacto con sus amigos y anualmente aumentaba el número de ellos. Con el pasar de los años, él fue comprendiendo que su padre sabía de lo que hablaba... en la medida en que el tiempo y la naturaleza realizan sus designios y misterios en un hombre, los amigos resultaron baluartes en su vida.
Pasados los 50 años de vida, he aquí lo que aprendió:
* La vida continúa.
* La distancia separa.
* La distancia separa.
* Los niños crecen.
* Los hijos dejan de ser niños y se independizan.
* Los hijos dejan de ser niños y se independizan.
* Los empleos van y vienen.
* Las personas no hacen lo que deberían hacer.
* El corazón a veces se rompe.
* Los padres mueren.
* Los colegas olvidan los favores.
* Las carreras terminan.
Más LOS VERDADEROS AMIGOS, SIEMPRE ESTÁN AHÍ. No importa a cuánto tiempo o a cuantos kilómetros se encuentren... Un amigo nunca está más distante que el alcance de una necesidad, haciendo barra por tí, interviniendo en tu favor, escuchándote, acompañándote, esperándote de brazos abiertos ó bendiciendo tu vida.
Cuando iniciamos esta aventura llamada VIDA, no sabíamos de las increíbles alegrías o tristezas que estaban delante. No sabíamos de cuánto necesitaríamos unos de otros.
Remite este texto a todos los amigos que ayudan a dar sentido a tu vida... ¡Yo ya lo estoy haciendo!
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Gracias especiales al sitio: http://alegracaribea.blogspot.com de donde tomé sin permiso la fotografía... (y que espero me perdone, pero ilustra exactamente lo que quería decir!!).Saludos!

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